Acéptenlo, el boxeo murió

Tras observar como los puertorriqueños buscamos maneras para emocionarnos por una pelea de segunda cartelera, como la que va a ocurrir en mayo, y seguimos en la eterna espera de Pacquiao vs. Mayweather me he dado cuenta que el boxeo murió. Los puertorriqueños no se han percatado de esto porque  producimos boxeadores de calidad y siempre apoyamos a los nuestros incondicionalmente. Bueno, a menos que sea contra Mayweather. En adición, la mayoría de los analistas son un bonche de viejos que todavía hablan del hipismo en sus programas como si a la gente le importara y se niegan a hablar de fútbol y football (cualquier parecido a personas reales es pura coincidencia).

Estamos muy lejos de la era de Tyson, Holyfield, Roy Jones y la de Lenox Lewis, Bernard Hopkins, Oscar de la Hoya y Tito Trinidad. La cantidad de peleas al año que ameritan atención mundial es poca, quizás una o dos al año. La división de peso pesado solía ser glamorosa y tenía peleadores que daban miedo y merecían nuestro respeto. Entre esos peleadores legendarios, que se han amarrado la correa titular en su cintura, están Ali, Fraizer, Holmes, Tyson, Holyfield. Ahora se la alternan dos hermanos rusos y uno que otro “sin nombre” que pique por ahí.
Por eso es hora de aceptarlo y movernos al futuro. Lo genial es que el futuro para muchos llegó hace tiempo. Para mí llegó el 12 de noviembre de 2011 durante el primer UFC on Fox: Velázquez vs Junior Dos Santos por el título de peso pesado. A pesar de que había visto una que otra pelea de UFC nunca le había prestado mucha atención. En un análisis pos mortem me di cuenta que tuve mala suerte y vi peleas aburridas. Además, mi ignorancia hacia el deporte me impedía apreciarlas. Había decidido sentarme a ver la pelea ese sábado 12 de noviembre con un grupo de amistades, fanáticas de verdad, a ver la cartelera.

No tenía nada que perder, era el primer UFC en Fox y las peleas menores las dieron gratis en la página de UFC. Fue una cartelera llena de acción, knock outs, llaves y sangre. Las expectativas para el Main Event iban creciendo con cada pelea hasta que llegó el momento. Una de las peleas más esperadas del año: dos animales, dos bestias, dos trenes. Dos hombres con poderes sobre naturales chocando en una jaula octagonal. Se esperaba una pelea épica. Una pelea en la cual dos gladiadores se causarían el mayor daño posible por cinco rounds.

Al sonar la campana las expectativas no podían estar más altas cuando ¡PUM! a lo Mike Tyson, Junior Dos Santos conectó un gancho derecho y el campeón Velázquez cayó en la lona. Dos Santos le brincó encima para conectar unos puños adicionales y el árbitro paró la pelea. En 64 segundos Velázquez perdió el título y yo diría un poco de su dignidad. No podía creer lo que estaba viendo. Hasta el día de hoy pienso que la pelea duró 10 segundos. Todo el entrenamiento, el sudor y la sangre que estas dos personas invirtieron para una pelea que se acabó en 64 segundos… Y que se jodan ellos. Todas las emociones que yo invertí en la espera de este combate- me decepcioné. Todos lo estábamos.
De todos modos decidí darle la oportunidad al deporte de artes marciales mixtas (MMA). Eventualmente entendí que peleas como la del 12 noviembre tienen un valor importante. Comprendí que este es el deporte más impredecible en el mundo y el más emocionante. Un aspecto genial del UFC es que a diferencia del boxeo, quienes tienen una o dos carteleras buenas al año, UFC tiene carteleras mensualmente. Inclusive, en algunos meses han tenido hasta tres. Otra diferencia es que en el boxeo los peleadores estrellas suelen pelear una vez al año, dos si tenemos suerte. En UFC el campeón Light Heavyweight, Jon Bones Jones, peleó cuatro veces en el 2011. Claro, la juventud tiene que ver mucho con esto pero no es fuera de lo normal que en el MMA se pelea tres veces al año.

Al día de hoy he visto todas las carteleras excepto una. Estoy un poco adicto. Realmente es un arte. Requiere disciplina, atletismo, fuerza y sobre todo inteligencia. No me mal interpreten, el boxeo también requiere todo esto, pero el MMA lo lleva a otro nivel. En el MMA hay que dominar varias disciplinas como el karate, kickboxing, judo, ju jitsu, lucha olímpica, entre otros. A pesar de que las peleas son más cortas el acondicionamiento físico tiene que ser superior. Contrario a lo que piensan el MMA es menos violento que el boxeo y menos peligroso. Piénsenlo, en el boxeo el propósito es producirle un “concussion” a tu oponente, causarle daño cerebral. Sí, en el MMA el resto de tu cuerpo peligra pero no recibe el volumen de castigo que recibe tu cabeza en una pelea de boxeo. El castigo se distribuye equitativamente. UFC y Strikeforce están altamente reguladas. Ya no es como en los años de PRIDE en Japón que no habían divisiones por peso; podías patear a tu oponente en el piso y el primer round duraba 15 FUCKING MINUTOS. A pesar que era sumamente entretenido, era peligroso y UFC tomó nota. (Si quieren ver lo salvaje que era PRIDE busquen Minotauro Nogueira vs. Bob Sapp, o por lo menos las fotos de ambos.)

El MMA es más emocionante, más impredecible y mejor deporte que el boxeo. Boxeadores como Mayweather y Mike Tyson no serán immortalizados por jóvenes que tienen el potencial de dominar el boxeo porque admiran a peleadores de UFC como Bones Jones, Anderson Silva y los Hermanos Díaz. Las próximas generaciones de peleadores no verán el boxeo como una opción. Y por eso el MMA es el futuro.

**Si quieren ver lo que es una buena pelea de UFC les recomiendo buscar Silva vs Sonnen, Mir vs Nogueira, Jones vs Machido- tres de mis peleas favoritas. Recuerden yo llevo poco tiempo en esto.