Nota del Editor: El autor, Alejandro Díaz, es el co-host de “¡En Serio! El Podcast” que pueden escuchar en http://achoenserio.podomatic.com/. Lo puedes seguir en twitter en @achoenserio
El domingo los Knicks de Nueva York le ganaron al Heat de Miami para evitar ser barridos en la primera ronda de los playoffs. Los Knicks ganaron su primer juego de playoff en 11 años gracias a los 41 puntos de Carmelo Anthony. Todos están emocionados que los Knick hayan roto esta racha y finalmente puedan ser considerados un equipo mediocre. La mayoría de los analistas (excepto Colin Cowherd) se pasaron todo el lunes alabando a Carmelo y hablando sobre las características que lo hace una súper estrella. Un súper estrella que sólo ha logrado pasar del primer round de los playoffs una vez y que desde que llegó a los Knicks son un equipo que gana el 50% de sus juegos. Un jugador que su equipo anterior no lo extraña en lo más mínimo y ahora es un mejor equipo ofensivo y defensivo en una conferencia más competitiva haciéndolo un candidato perfecto para el Ewing Theory. So felicidades New York y felicidades Melo. Ganaron un juego por 2 puntos y serán eliminados en la primera ronda otra vez.
De entrada quiero que quede claro que yo no tengo un equipo favorito en la NBA. Me encanta el baloncesto y me enfoco más en los jugadores que en los equipos. Segundo, mi jugador favorito es Kevin Love seguido por Kevin Durant, Russell Westbrook y Chris Paul. Ni Lebron ni D-Wade están en mi lista de favoritos a pesar de ser dos de los mejores cinco en la liga. Inclusive, mis jugadores favoritos en El Heat son Chris Bosh y Shane Battier. Hago estas aclaraciones por que después que terminen de leer esta columna no quiero que piensen que estoy defendiendo al Heat por algún lazo emocional o porque son mi equipo preferido. Recuerden yo soy un “equal opportunity hater” y en cuanto al Heat creo que los medios y los fanáticos son incapaces de ser objetivos.
La reacción a la derrota del Heat ha sido el polo opuesto a la reacción de la victoria de los Knicks. A ningún equipo se le cuestionan más las derrotas que a Miami. Este equipo ha ganado tres juegos convincentemente contra los Knicks y en el tercer juego LBJ anotó 17 puntos en el cuarto quarter. Los Knicks anotaron 14. Pero cuando eso sucede todos dicen: “Hay que ver que hace en las finales.” Los juegos contra los Knicks no importan si El Heat gana pero si pierden se convierte en una crisis nacional. Los medios comienzan a cuestionar todo y es la primera noticia en todos los programas deportivos.
Lo mismo le pasa a LBJ. Nos hemos olvidado de su gran despeño contra los Pistons cuando estaba en Cleveland y de como pulverizó a Boston y Chicago en los playoffs pasados. Inclusive, tuvo un triple doble en las finales pero para todos James se puso chiquito en esos juegos. Para mí el problema del Heat no es un problema individual es uno colectivo. Las piezas no caben. No funcionan una con la otra. Y es por eso que cuando necesitan un tiro en los últimos segundos nadie sabe que hacer. Se quedan mirando esperando a que el otro reaccione por que ambos saben que el otro puede echar el canasto ganador.
El domingo ese no fue el caso. Se corrió una jugada exclusiva para D-Wade, el que todos dicen ser clutch, pero corrió la jugada mal y en vez de pasarle la bola a Bosh, un excelente tirador de campo, Wade le dio la espalda al canasto y tiró un “circus shot” de tres y falló. Pero ¿de quién es la culpa? De Lebron según ESPN y a los que leo por Twitter. Es de él por no haber exigido la bola. Por no ser egoísta y por confiar en sus compañeros. Por confiar en el jugador más clutch después de Kobe (BTW, no creo que el factor Clutch existe pero eso lo dejamos pa’ después). No es culpa de Wade quien cometió el error y el que sólo encesto 4 de 11 tiros libres. Es culpa de LBJ por hacer exactamente lo que le dijo el coach: esperar el “kick-out”. ¡Decídanse! O quieren a Lebron o quieren al mejor “closer”. Si Lebron desaparece en el 4to quarter por que Wade está dominando (como el domingo) no se pueden quejar.
En mi opinión Lebron debe tener la bola en todas las jugadas. Lebron es más inteligente que Wade y la mayoría de las veces toma la decisión correcta entre pasar o tomar el tiro. Lebron no quiere ser Jordan ni Kobe. Lebron quiere ganar contrario a lo que todos piensan pero tampoco va a tirar un mal tiro sólo para callar a sus críticos. Si él no tiene un tiro de alta probabilidad va a pasar la bola a quien tenga mejor posibilidad. ¿O prefieren que tire 5 pies detrás de la línea de tres? Yo prefiero que penetre se la pase a Bosh o coja la falta. No quiero que esté tirando fade aways de 20 pies. Y si el coach decide que es Wade quien tenga el último tiro quiero que Lebron haga todo lo posible para que la jugada salga bien.
¿Y qué va a pasar si El Heat gana el campeonato? Ya veo las portadas de los periódicos: Heat Ganan contra una NBA débil. El Heat no tuvo que enfrentarse a Derick Rose. El Heat le ganó a un Boston viejo y lento. Oklahoma city era muy joven para ganarle al Heat. ¿Cuándo van a parar las excusas? ¿Hasta dónde van a llegar los haters?
¿Y si pierden? ¿Ir a dos finales corridas no es un logro? Yo sé que el propósito no es llegar segundo pero tampoco tenemos que llegar al punto de explotar el equipo o despedir al dirigente.
Lebron James y El Heat de Miami tuvieron una excelente temporada. Ganaron 70% de sus juegos, tienen la segunda mejor ofensiva y la cuarta mejor defensa. Tienen a dos de los mejores cinco jugadores. La gente y los medios tienen que calmarse. Perdieron un juego ¿y qué carajo pasa? ¡¡Cálmense ya!! Los Lakers perdieron uno y nadie les está cuestionando su potencial. Oklahoma City casi pierde sus primeros dos juegos contra Dallas y no hubo una histeria nacional. Para eso existen las series de siete juegos. El mejor equipo siempre va a ganar no importa si es un “8th seed” o el primero.
Ahora ¡Qué comience el HATE hacia mí!